Edgar
llamando…
- Buenas tardes…
-Hola Edgar, ¿tienes 5 minutos?
- Sí, claro, dime
-Mira, tenemos pendiente el artículo de diciembre de Acofar. ¿Te acuerdas que dijimos que nada de leña a discreción, nada de hacer algo típico o navideño? Pues dime si se te ocurre algo que contar
- ¿Y si hablamos de los conspiranoicos? Chips en vacunas, Tierra plana, no existe el virus…
- ¡Ya te digo! ¡Los mejores guionistas de ficción! Un buen conspiranoico (y palomitas) entretiene mucho…. pero mejor los dejamos para otro momento, no está el patio para mucha guasa.
-Cierto.
- Año 2020… menudo campo de minas…….quizás podríamos hablar de la capacidad de aguante de la sociedad ante el bochornoso espectáculo de Sus Señorías en mitad de una pandemia…
-¿Políticos? Bufff, ni de coña….déjalos trabajar, están muy centrados en sacarnos de una crisis sanitaria y para eso, ¡qué mejor que sacar una Ley de educación!
-Edgar, ningún gobierno sin su Ley de educación, por favor…
- Y todas igual de partidistas y con el mismo mensaje de chapa a los jóvenes: "no hace falta que te esfuerces, sé tú mismo"
- Pues, chaval, vamos a tener que hablar de nuestro sistema sanitario, "el mejor del mundo". ¿Recuerdas a los políticos hinchados como pavos reales repitiendo ese mantra? Podemos decir que fue puesto a prueba con fuerte división de opiniones, los que trabajaron dentro se llevaron los aplausos y los que dirigieron desde fuera se llevaron la bronca…. Algo así, pero, vamos, que no lo veo.
- Espera, quizás tengan una idea: ciencia.
- ¿Española?
-Sí.
-Tus amigos, los políticos, van a conseguir que esas dos palabras sean un oxímoron. ¿De verdad vamos a hablar de ciencia española? Tírale, te pongo en altavoz.
-Pues sí, Martín, no tenemos casi inversiones, nuestro tejido científico es insuficiente, nuestra apuesta por el medio plazo en investigación es prácticamente nula y delegamos cualquier esfuerzo tecnológico a otros países. Pero tengo algo reseñable en ciencia: contra todo pronóstico hemos visto este año una lucecita en la negrura de la realidad científica española. Un científico español…
- Para un segundo, dos cosas. ¿Es famoso? ¿Está vivo?
- No es famoso y sí está vivo, ¿por?
- Ya sabes que aquí en España sólo escuchamos a los famosos, con y sin comillas, y recelamos de cualquiera que no lo sea, aunque traiga un curriculum tremendo y unas ideas muy sensatas.
- Pues no es famoso y está vivo. Te lo cuento:
Ya sabes que las bacterias, como ahora nosotros, han luchado desde tiempos inmemoriales contra los virus, guardando memoria de la infección y adoptando mecanismos de reconocimiento de los mismos para fabricar formas de defenderse y reproducirse. En definitiva, han peleado para sobrevivir y evolucionar. Esto nos lo han enseñado en el colegio.
En el año 1993, el microbiólogo español Francis Mojica, investigador en la Universidad de Alicante, trabajaba en las salinas de Santa Pola.
Comenzó a estudiar el material genético de la Haloferax mediterranei, un tipo de bacteria muy mediterránea que necesita altísimas concentraciones de sal para vivir.
Mojica encontró unas secuencias de ADN que se repetían en el genoma y pensó que debían de tener una función; esa función era precisamente el sistema defensivo contra los virus, algo, por cierto, muy frecuente entre los microorganismos. Es lo que el profesor López-Goñi define como “la vacunación de las bacterias”.
El sistema, que Mojica bautizó como CRISPR y publicó por primera vez en 2005, constituye a día de hoy el mejor editor de genomas que existe, con posibilidades casi infinitas.
Gracias a él, los científicos pueden obtener plantas resistentes a plagas, afianzar el camino para llegar a curar enfermedades raras y diversos tipos de cáncer, luchar contra el Zika, el SIDA y algo muy de moda en estos tiempos: diagnosticar la COVID-19.
La Real Academia de las Ciencias de Suecia decidió hace poco que el Premio Nobel de Química 2020 sería para las investigadoras Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, dos investigadoras a las que no quiero restar ni un mérito, pero que fueron premiadas por publicar en el 2012 la tecnología CRISPR, la misma que Mojica descubrió casi 20 años antes.
Supongo que los suecos se fueron a lo fácil a la hora de premiar y no quisieron profundizar quién era el padre del asunto; la ciencia, como la vida, está llena de profundas injusticias.
Lo único bueno de todo esto es que a nuestro científico lo han puesto de nuevo en el mapa. Francis Mojica, alicantino, y, por lo que le he leído, creo que gran persona. Recuerdo una entrevista en la que asumía el no ser premiado con una gran humildad, sabiendo que no volverá a estar ahí, tan cerca del Nobel.
- Pues quizás haya que hacer un artículo sobre Francis Mojica.
-Con eso me daría por satisfecho. Desde luego nadie va a reparar la injusticia que cometieron obviándolo en los Nobel, pero si, de alguna manera, ayudamos a divulgar su nombre e importancia, algo de justicia haremos. No podemos hacer mucho más desde aquí. Espero que a algún lector le pique la curiosidad y vaya a buscar en internet información sobre este gran científico.
Por cierto, me reclaman, Martín, mañana seguimos, empieza con Mojica y vamos viendo.
-Ok, mañana te cuento…
Autores:
Edgar Abarca Lachén. Farmacéutico. Profesor de la Universidad San Jorge de Zaragoza. Director científico de la Sociedad Española del Medicamento Individualizado LASEMI.
Martín Muñoz Méndez. Farmacéutico. Vicepresidente de LASEMI