El miércoles 2 de octubre, nuestro farmacéutico Edgar Abarca, informó en nuestro espacio Principio Activo en cadena COPE, acerca de la polémica suscitada por el omeprazol y el crecimiento del pelo en bebés a partir de una fórmula magistral a partir de un error de un distribuidor de materia prima para la elaboración de medicamentos individualizados en hospitales y oficinas de farmacia.
¿Tiene sentido el medicamento individualizado a día de hoy?
Es evidente que la excepcionalidad intrínseca al ser humano hace imposible concebir un sistema sanitario que prescinda del recurso de la formulación. De lo contrario, no se dispondría de dosis o formas farmacéuticas especiales para algunos sectores de población relevantes.
Por ejemplo, la población pediátrica está prácticamente huérfana en cuanto a la disponibilidad de medicamentos especialmente diseñados para ella. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de la mitad de los niños en países desarrollados, reciben medicamentos cuyas dosis están preparadas para adultos y no cuentan con autorización para ser usados en menores.
¿Qué es exactamente PACMI?
El Programa se Aseguramiento de la Calidad del Medicamento Individualizado (PACMI), nace de dicha necesidad. Es un servicio pionero en España que se diseñó en el año 2010 de la mano de mi colega oscense Diego Marro.
Desde la Universidad se selecciona una formulación por trimestre y se la solicita a las farmacias y servicios de farmacia, que la elaboran en sus respectivos laboratorios, de acuerdo a nuestras indicaciones y conforme a sus modos de trabajar.
Con los resultados de los análisis se generan dos tipos de informe: un informe general con los principales puntos de mejora y otro confidencial con los resultados individuales de cada elaborador incluyendo las recomendaciones personalizadas que se estimen oportunas.
¿El error del omeprazol podría haberse evitado si las farmacias afectadas hubieran estado adheridas a este programa?
Desde luego se podría haber minimizado. He de aclarar con rotundidad que en España, el nivel de capacitación de los farmacéuticos formulistas así como las exigencias de las autoridades a los fabricantes, proveedores de materias primas así como a las farmacias y hospitales, es como no podría ser de otra manera, altísimo. Eso garantiza que de las miles de fórmulas que se elaboran al día en nuestro país, lo que ha ocurrido haya sido una clara excepción.
Nuestra experiencia es que después de casi 20 rondas realizadas, superadas más de 1000 muestras analizadas y más de 60 farmacias y servicios de farmacia hospitalarios adheridos al programa de toda España, PACMI es un servicio de transferencia consolidado de la Universidad San Jorge para asegurar de manera clara la calidad de los procesos al farmacéutico formulista.
Edgar Abarca También habló de los errores cometidos a nivel industrial, como por ejemplo el problema de las nitrosaminas en la fabricación de valsartán y de ranitidina, y de los sistemas de seguridad que tenemos en nuestro país a través de la AEMPS, transmitiendo que ningín sistema de fabricación es infalible pero que sin embargo podemos estar seguros.